Desde el instante de la sanción, los más alarmados fueron los usuarios
de Huawei. ¡Tranquilos!, Ren Zhengfie, fundador de la compañía china, aseguró que ya tiene chips para soportar las
restricciones, que desarrollaron un programa operativo para remplazar a
Android-Google, denominado Kirin OS, que es compatible tanto con dispositivos
móviles como equipos de cómputo.
ABRAHAM SAHUA | ISTORIECOM | BOLIVIA
abrahamsahua@gmail.com
Recientemente el presidente Trump emitió sanciones a la compañía de
telecomunicaciones china Huawei. ¿Por qué? ¿Hay algo detrás de esta decisión? ¡Pues
sí!
Lo que a EE.UU. le empezó a quitar el sueño, de un tiempo a esta parte, son
dos cosas principales. Que la gigante compañía china, primero, está a punto de
convertirse en el líder mundial del sector de telecomunicaciones y, segundo, está
adelantada de tres a cuatro años al desarrollo de la red de telefonía 5G, que
en el futuro cercano abrirá un nuevo mercado y facturará millones de dólares.
Se dice que el 5G es la tecnología del mañana que aumentará vertiginosamente
la velocidad de las redes y la cantidad de dispositivos conectados, desde
electrodomésticos hasta armas. Y dominarla, supondrá dominar el futuro y el
planeta.
Aquí es donde EE.UU. siente impotencia de impedir a China que controle
la próxima generación de internet, que sea vanguardia en innovación tecnológica
y que desplace a los gigantes de telecomunicaciones del norte. Es consciente de
estar perdiendo la batalla 5G.
El acusar, entonces, a Huawei de espionaje al servicio del gobierno de
Xi Jinpin a través de sus dispositivos, es sólo una treta de la administración
Trump, aunque puede ser útil para ese fin; pero, hasta el momento no hay
ninguna prueba que demuestre lo contrario.
Desde el instante de la sanción, los más alarmados fueron los usuarios
de Huawei. ¡Tranquilos!, Ren Zhengfie, fundador de la compañía china, aseguró que ya tiene chips para soportar las
restricciones, que desarrollaron un programa operativo para remplazar a
Android-Google, denominado Kirin OS,
que es compatible tanto con dispositivos móviles como equipos de cómputo.
La globalización que profesa el libre mercado y la libre competencia, en
este tiempo, tal parece que para EE.UU. ya no cuenta, porque se le volvió en
contra; pues, las potencias emergentes ya no son tan emergentes, entraron al
juego, ganaron y están en camino a desplazar a los que tenían la hegemonía
tecnológica.
La crisis del sistema cada vez más muestra su rostro; con ella, se
vienen grandes cambios radicales. Pero, ¿la humanidad está preparada?
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