MUJER, palabra y cualidad divina

A propósito del día de la mujer boliviana (11 de octubre), instituida por iniciativa de la primera presidente de la República de Bolivia Lidya Gueiler Tejada (1979-1980) en homenaje a la escritora Adela Zamudio, en el linde de la redención de la Democracia,  unas cuantas palabras, porque si no, es provocar un concierto de cantos de sirenas al oído. Entonces, ¡muchas felicidades y que Dios las bendiga!

Hablar o escribir sobre la MUJER, sí en letras grandes, siempre es un tanto escabroso porque… simplemente, es un misterio. Pero, lo resumo en una frase: ´es la mejor creación del Todopoderoso`. Y convivir con élla en este planeta es todo un arte y una maravilla. Hay una frase urbana que dice: `no hay mujer fea sino mal arreglada`. Sin embargo, más allá de eso, es única, por lo que es…

…de gran fortaleza interna, no se rinde frente a las adversidades. Muchas veces muestran que no saben lo que quieren, pero eso es simplemente apariencia, en su interior van maquinando, detalle a detalle, lo que después realizarían.   

La forma de razonar es muy distinta a nosotros, los varones: vive el momento con arrebato –con proyección al futuro, qué contradicción–, más cuando está entregada a la pasión, no le interesa nada. Si en ese momento el mundo se estaría cayendo, le da igual. Pero eso no quiere decir que la ingenuidad la consume, al contrario, es cuando eleva su sexto sentido a la “n” potencia. No sé cómo lo hacen pero es genial.

En su interior, tiene el código escondido de lo que es la responsabilidad. Creo que es cosa de naturaleza. Algunas la abandonan por momentos, pero esa misma esencia le reclama y no le deja vivir. El cuidado que le pone a lo que realiza es supino, aunque se equivoque. Se esmera al detalle en lo que hace y, en ese momento,  no hay uno en el mundo que le convenza de lo contrario.

La sinceridad, la vendita sinceridad, la tienen bien desarrollada, pretenden ocultarla, no pueden, si no la dicen con las palabras, la expresan corporalmente. En otras palabras, todo su Ser, es sinceridad.

Muchas “piensan” que somos un cero a la izquierda, pero también son conscientes que sin nosotros no se realizarían. Complementarnos es la ley de Dios, ni qué hacer, sólo aceptarlo.