1 de febrero de 2019

El nuevo Estado y los nuevos actores


La tarea de los políticos que cumplieron su ciclo debe ser pasar la posta a cuadros de sangre nueva que ganen protagonismo en el escenario político. ¡El nuevo Estado precisa nuevos actores!


ABRAHAM SAHUA | ISTORIECOM | BOLIVIA
abrahamsahua@gmail.com

“¿Saben por qué la Senadora Salvatierra es la presidenta más joven de nuestra historia?… Porque las anteriores constituciones  exigían 35 años como mínimo para ser senador”, escribió Mario Espinoza, periodista de la vieja guardia, escudero de Carlos D. Mesa y opositor adusto al gobierno, en su cuenta de twitter, días después de jurar Adriana Salvatierra como presidenta de la Cámara de Senadores.


Dos certezas son los que hacen atractivo a este escrito. La primera es que, efectivamente, Adriana Salvatierra (29), cruceña y militante de Comando Sur, es la Presidenta del Senado más joven de la historia de Bolivia, por el período 2019-2020.

“Espero que esta senda que estamos construyendo permita la participación de más mujeres y de más jóvenes dentro de la Asamblea Legislativa. Tengan la absoluta certeza de que trabajaremos con integridad, con honestidad, con sacrificio, con el ejemplo del presidente Evo Morales, que se levanta a las seis de la mañana para construir patria” (La Razón, 17-01-2019), señaló al momento de jurar.

El segundo aserto es que las constituciones anteriores al 2009 exigían un promedio de edad por encima de los veinte años para ser legislador –Diputado o Senador–.

La Constitución Política del Estado (CPE) republicano de 1967, vigente hasta el 2009, en los artículo 61 y 64, advierte que para ser Diputado se “requiere tener veinticinco años de edad cumplidos al día de la elección” y para ser Senador se “necesita tener treinta y cinco años cumplidos y reunir los requisitos exigidos para Diputados”.

Hoy, con la actual Constitución, puesta en vigencia el 7 de febrero del año 2009 por el presidente Evo Morales, uno puede ser candidata o candidato a la Asamblea Legislativa Plurinacional “con dieciocho años de edad cumplidos al momento de la elección” (art. 149).

Este cambio cualitativo constitucional es sólo posible en el Estado Plurinacional, donde la apertura es de par en par a la juventud de renovada subjetividad hacia el horizonte de potenciar al país en sus distintos brazos: económico, cultural, social, político y jurídico.

Y la tarea de los políticos que cumplieron su ciclo debe ser pasar la posta a cuadros de sangre nueva que ganen protagonismo en el escenario político. Es el momento de remozar las instituciones políticas con nuevos actores que disputen ideas de vanguardia sobre el horizonte del país plurinacional.

Lo mismo debe suceder en las organizaciones sociales, sindicales y campesinas en este tiempo de proceso de cambio. ¡El nuevo Estado precisa nuevos actores!


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