22 de febrero de 2017

El Museo del Neoliberalismo

En este repositorio se resguardaría el período más enajenador de la historia republicana de Bolivia que data de 1985 a 2005, veinte años de sistema neoliberal que el presidente Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) presagió en su momento que duraría.


@ ABRAHAM SAHUA | mympolitikon BOLIVIA
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“El primer día de un nuevo gobierno, cerraríamos el museo de Evo Morales”, había escrito en su cuenta de facebook el diputado Bernard Gutiérrez de la opositora Unidad Demócrata (UD), días después de ser inaugurado el Museo de la Revolución Democrática y Cultural en el pueblo natal del presidente indígena Evo Morales, Orinoca, a 300 km de la ciudad de Oruro.


En respuesta a esa idea intolerante vino otra mucho más creativo e ingenioso en voz de la ministra de Culturas, Wilma Alanoca: “Yo me pregunto: si hiciéramos que sea –el Museo de la Revolución Democrática y Cultural– un museo de la época neoliberal, ¿qué tipo de museo seria?”[1].

Esa fue una sugerencia implícita a que los neoliberales debieran también levantar su museo, el Museo del Neoliberalismo. Pero qué tipo de repositorio sería, se cuestiona la Ministra de Estado como muchos ciudadanos, si en el Museo de la Revolución Democrática y Cultural se resguarda la historia de “los más olvidados, los más discriminados y abandonados, –y sobre todo, de– los que cambiaron el país”[2], de acuerdo al vicepresidente Álvaro García Linera.

EL MUSEO DEL NEOLIBERALISMO

En dicho museo se resguardaría el período más enajenador de la historia republicana de Bolivia que data de 1985 a 2005, veinte años de sistema neoliberal que el presidente Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) presagió en su momento que duraría.

Muchos acontecimientos fundamentales sucedieron en esas dos décadas. Todo inicia a mediados de los años ‘80, en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro (1985-1989) que, a través del DS 21060, puso en vigencia el sistema neoliberal y activó la mal llamada “relocalización” con la que puso en las calles a más de 30 mil obreros que tuvieron luego inventárselas para cubrir los alimentos básicos para sus familias.

Ya en los años ‘90, inmediatamente se puso en marcha la enajenación gradual de las empresas estratégicas del Estado a manos de empresarios extranjeros, primero en el gobierno de Jaime Paz Zamora (1989-1993), con su “política de privatización” a cargo de su ministro de Planeamiento, Samuel Doria Medina, quien pretendió vender una empresa por semana; luego en el gobierno de Gonzalo “Goni” Sánchez de Lozada (1993-1997), con su “política de capitalización”, quien el 2003, luego de masacrar al pueblo boliviano, huyó del país a hacia los EEUU.

Y a inicio del siglo XXI, el gobierno de Hugo Banzer Suárez (1997-2001), ex dictador (1971-1978), en concordancia con su vicepresidente Jorge “Tuto” Quiroga Ramírez, soltó también a las FFAA para masacrar, primero a los productores de la hoja de coca del Chapare, Cochabamba, bajo la política Coca Cero, y, segundo, a los cochabambinos en la llamada “guerra del agua”, ambos con saldos lamentables.

Con todo esto, además con la “guerra del impuestazo” y la “guerra del gas” del 2003, el sistema neoliberal entró en crisis, y el 2005, con la victoria electoral de Evo Morales, el sistema se diezmó, acabando así un ciclo que más que beneficios, trajo luto, hambre, subasta de los recursos naturales, megacorrupción –maletines negros–, narcovínculo palaciego y enriquecimiento de la clase política apátrida a costa de las bolivianas y bolivianos.

Pero la cosa no queda ahí. A este período neoliberal también se lo puede denominar la época del fifty fifty, por los pactos políticos que ejercía la casta política para ser gobierno y tener gobernabilidad. Pues así se formaron el Pacto por la Democracia (MNR, 1985.1989), el Acuerdo Patriótico (MIR, 1989-1993) y las megacoaliciones del MNR (1993-1997), de la ADN (1997-2002) y del MNR (2002-2003).

Y todos estos gobiernos elevaban pleitesía al sometimiento y a los dictados de organismos internacionales del sistema, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM); asimismo al mercado, las transnacionales, la Embajada Americana, USAID, DEA, CIA y otras.

Son estos hechos, y de seguro hay muchos más que identificar, que narraría el Museo del Neoliberalismo.







[1] “Opositores anuncian que si son gobierno cerrarán el Museo de la Revolución Democrática y Cultural", en https://www.consuladodebolivia.com.ar/2017/02/05/opositores-anuncian-gobierno-cerraran-museo-la-revolucion-democratica-cultural/
[2] “El Museo de la Revolución Democrática y Cultural fue inaugurado en Orinoca, Oruro”, en https://www.consuladodebolivia.com.ar/2017/02/02/museo-la-revolucion-democratica-cultural-fue-inaugurado-orinoca-oruro/.

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