18 de enero de 2017

La frustración del NO


Continuando con la campaña mitomaniaca, la estrategia tenía como base una vez más la mentira, sobre que el Gobierno despilfarra dinero en el Dakar antes de atender la carencia de agua en La Paz.  


@ ABRAHAM SAHUA | mympolitikon BOLIVIA
abrahamsahua@gmail.com 

La campaña del “NO al Rally Dakar”, activada en las redes sociales, fue una amenaza que ya había advertido días atrás la reducida y famélica clase conservadora, después de anoticiarse que los movimientos sociales de Bolivia habían acordado nuevamente postular a Evo Morales a la presidencia el 2019, para hacer realidad la Agenda Patriótica 2025, apelando a cuatro recursos constitucionales.


La reacción salió al paso. “Hemos decidido organizarnos para declarar al 21F (21 de febrero de 2016) como el día de defensa de la democracia, mediante una resistencia activa en las calles”[1], tronó furibundo Iván Arias, analista político de la opositora Unidad Nacional (UN). 

Y una de las resistencias, en la agenda, previo al veintiuno de febrero, era el rechazo a la realización del Dakar, con la consigna “Agua Sí, Dakar No”. Esta tarea lo habían encargado a Guillermo Paz[2], otro operador político de la UN, anteriormente del partido Nueva Fuerza Republicana (NFR) de Manfred Reyes Villa que fugó de Bolivia hace ocho años a los EEUU. 



Continuando con la campaña mitomaniaca, la estrategia tenía como base una vez más la mentira, sobre que el Gobierno despilfarra dinero antes de atender la supuesta carencia de agua en La Paz; y “ante la ruta del despilfarro, la ruta de la protesta” era la arenga que se lanzaba en línea y convocando a salir a protestar[3], que en los hechos, apenas revolotearon contadas personas en la zona sur de la ciudad, que fueron abucheadas por la muchedumbre.

La periodista Mery Vaca, a fin a la oposición, en su columna de “Página Siete”, desencantada afirma que “no hubo multitudes vestidas de blanco protestando contra el Dakar, ni siquiera hubo centenares”, y que los operadores políticos opositores “creyeron que la llegada del Dakar podía ser una buena oportunidad para revivir las protestas y por eso convocaron a concentraciones para hacer conocer al mundo que en parte de La Paz no hay agua y que, pese a esa urgencia, el Gobierno despilfarra dinero en la organización de una carrera que deja dudosos beneficios para el país”.

Que “las redes sociales –continúa Vaca– se llenaron de mensajes antiDakar, de reivindicación del derecho al agua, de críticas al Gobierno y de un aparente apoyo a la protesta. Sin embargo, quedó comprobado, una vez más, que las redes son una cosa y la realidad es otra”. Y que “las pocas personas que salieron a protestar fueron arrinconadas”[4].

Mientras la valoración del Gobierno, de la Amaury Sport Organisation (ASO) y del pueblo boliviano al rally Dakar 2017 fue de cien puntos. Por lo tanto, lo positivo se había sobrepuesto a lo negativo. El ¡SÍ! pasó por encima del NO desgastado que tal parece ya no hace efecto en el boliviano y la boliviana; tal vez sólo algún escozor.


 





[1] “Movimiento ciudadano exige respeto al voto democrático: Plantean declarar al 21 de febrero ‘Día de la Defensa de la Democracia’”, en El Diario, La Paz, diciembre de 2016.
[2] “Romero denuncia que activista político instó la protesta contra el paso del Dakar por La Paz”, en ABI, La Paz, 6 de enero d e2017, http://www1.abi.bo/abi/.
[3] “Junta de Vecinos de El Alto anuncia protesta contra el rally Dakar”, en ANF, La Paz, 5 de enero de 2017.
[4] “La fracasada protesta antiDakar”, en Página Siete, La Paz, 10 de enero de 2017.

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