14 de marzo de 2017

El Alto I: la ciudad de vanguardia y centinela nacional

El 90 por ciento­­ de la población alteña pertenece a la tercera generación migrante campo-ciudad. Esta oleada sucedió posterior a 1985, después de la vigencia del DS 21060 que “relocalizó” –despidió– a más de 30 mil trabajadores de sus fuentes de trabajos que se dispersaron por todo el territorio nacional, especialmente a la ciudad de El Alto.
  

 ABRAHAM SAHUA | mympolitikon BOLIVIA
abrahamsahua@gmail.com

El Alto es una ciudad perteneciente al Departamento Autónomo de La Paz[1], situada al oeste de Bolivia a una altitud de 4.000 metros sobre el nivel del mar, en la meseta altiplánica.


Esta urbe tuvo dos momentos para su consolidación como tal. El primero fue el 6 de marzo de 1985, cuando el Congreso Nacional, mediante Ley 728, crea la Cuarta Sección de la Provincia Murillo, con su capital El Alto de La Paz, del departamento de La Paz[2]. Posteriormente, el 26 de septiembre de 1988, en el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, mediante Ley Nº 1014, es elevado al rango de ciudad.

Artículo Único: Elévese a rango de ciudad a la población de El Alto de La Paz, capital de la 4ta. Sección Municipal de la Provincia Murillo del Departamento de La Paz.[3]

1.  Su espacio vital.

La ciudad de El Alto está constituida por cuatro circunscripciones del total del país –13, 14, 15, y 16–[4], por 14 distritos –10 urbanos y 4 rurales– establecidas por el Gobierno Municipal y con más de 850 unidades barriales de base o juntas vecinales aproximadamente.

En el año 2003, en la Sublevación de Octubre, El Alto contaba con 8 distritos municipales –siete urbanos y uno rural–, desde la Ordenanza Municipal 065/2002 de 29 de Mayo de 2002. Y en posteriores años se fueron creando más distritos, por el crecimiento de la ciudad y por la incorporación de comunidades al municipio alteño. Hasta esa fecha la urbe alteña contaba con aproximadamente 500 juntas vecinales.

Ya en octubre de 2005, por ordenanza municipal Nº 150/05, las comunidades de Parcopata, Amachuma, Chañacahua, que fueron parte del municipio de Achocalla, se incorporaron al municipio de El Alto, creándose el Distrito Agroecoturistico Rural 10; siendo así 10 distrito, 8 Urbanos y 2 Rurales. Y en el 2006, a través de una nueva ordenanza municipal se crearon otros dos nuevos distritos, por lo que El Alto contó con 12 distritos municipales divididos en 9 Distritos urbanos y 3 Distritos rurales. Así fueron incorporándose más distrito a la urbe alteña.    

El Alto, colinda al norte, con el Cantón de Zongo, de la Tercera Sección de la Provincia Murillo; al sur, con el Cantón Viacha de la Provincia Ingavi; al este, con la Ceja de El Alto; y, al oeste, con el Cantón Laja de la Provincia Los Andes, según la Ley de la 4ta Sección.

En esta ciudad claramente se puede distinguir dos zonas: “La primera es la zona Norte, que cuenta con alta densidad poblacional y con habitantes de origen, principalmente, campesino y aymara; la segunda como El Alto Sur, que tiene además de asentamientos más antiguos y otros recientes”[5].

En El Alto hay la zona norte y la zona sur. El aeropuerto nos divide a los dos.[6]  (Y) nosotros decimos los k´aritas y los t´aritas. El norte, los t´aritas y el sur, los k´aritas. Porque en el norte viven gente migrante del campo, y en el sur viven gente de la clase media, gente profesional, son preparados.[7]

Las zonas más importantes de la urbe alteña por su antigüedad y por su afluencia de gente son: 16 de Julio, Ciudad Satélite, Villa Exaltación, Villa Adela, 1ro de Mayo, Villa Alemania, Villa Dolores, Kenko, Alto Lima, Senkata, Nuevos Horizontes, Mercedario, Kollpani, Villa Ingavi, Germán Bush, Ballivián y Rio Seco.

Pero “la ciudad de El Alto tiene un desarrollo urbano muy precario; se puede decir que sólo una reducida parte de su población, fundamentalmente del casco viejo y parte de la zona sur, goza de servicio urbanos –plazas, parques, calles asfaltadas o adoquinadas, alumbrado público, alcantarillado, etcétera–. Por lo general, sus calles, sobre todo de los barrios alejados o marginales, son de tierra, polvorientas o lodazales dependiendo de la época”[8].

Se advierte asimismo en la urbe alteña instituciones importantes como la Universidad Pública de El Alto (UPEA), el Aeropuerto Internacional El Alto y el Comando de la Fuerza Aérea Boliviana.

2.  Su población.

Según Félix Patzi (2004), el 90 por ciento­­ de la población alteña pertenece a la tercera generación[9] migrante campo-ciudad. Este hecho sucedió posterior a 1985, después de la vigencia del Decreto Supremo 21060 que “relocalizó” –despidió– a más de 30 mil trabajadores de sus fuentes de trabajos que se dispersaron por todo el territorio nacional, especialmente a la ciudad de El Alto.

Estos inmigrantes alteños provienen principalmente de los sectores rurales de los departamentos del occidente boliviano –La Paz, Oruro y Potosí– y se establecieron principalmente en la zona norte y por algunos barrios de la zona sur.

La mayoría de su gente de esta urbe, a cada día que pasa, va dejando la extrema pobreza por las políticas implementadas por el gobierno del MAS.

Otra de las cualidades de los alteños es precisamente que cargan consigo la práctica comunal, que es activada en los barrios y en los sindicatos de comercios para aminorar deficiencias de existencia y en los momentos propicios de defensa nacional.

Y es esta “población –quien– determinó el curso de la lucha indígena contemporánea”[10].

El Alto es una ciudad constituida por migrantes que producen sus calores, su lengua, la forma de vestirse, determinados gustos, preferencias musicales y el intercambio por medio del ayni –sistema de ayuda comunitaria aymara–. Son principios de percepción que guían las prácticas sociales y sus representaciones en un nuevo contexto urbano.[11]

Sin embargo, no todos los inmigrantes son rurales, hay una cuarta parte de la población que se desplazó a este sector del Altiplano por el desborde o rebalse de la ciudad de La Paz y por las condiciones económicas difíciles, especialmente en el costo de vida, vivienda y fuentes de trabajo[12]; así mismo, llegaron poblaciones de otros departamentos del interior con las mismas condiciones. Pues éstas se asentaron en la zona sur alteña, convirtiéndose en la clase media de la urbe.

El Censo de Población y Vivienda de 5 de septiembre de 2001 arrojó el dato de que el “complejo urbano La Paz-El Alto se mantuvo como el mayor conglomerado citadino del país, con una población de 1.420.308”[13], convirtiéndose así, El Alto en la tercera ciudad más importante en población del país. Este crecimiento demográfico dio lugar al ensanchamiento progresivo de su espacio geográfico. Y actualmente, de acuerdo al Censo de 2012, la población alteña supera los un millón; y junto a la ciudad de La Paz son 2.706.351 de habitantes.

El Alto es conocido como la ciudad más joven del país por su gente joven, pero este dato al parecer va disminuyendo junto a todo el país, según el Censo 2012. “Este censo muestra una población cambiante en Bolivia, estamos dejando de ser una población joven para pasar a ser una población adulta. El porcentaje de población menor a los 15 años ha ido cayendo, el porcentaje mayor entre personas de 15 a 64 años ha ido subiendo”[14], explicó la ministra de Planificación, Viviana Caro, en su momento.

3.  Su economía.

La economía de la joven ciudad gira alrededor del mercado informal, la actividad comercial minorista –artesanos, albañiles, comerciantes ambulantes y otros–. Pero también tiene como fuente de soporte económico fábricas y plantas de procesamiento de hidrocarburos. Es  lugar de exportación de los recursos minerales del país y materia prima procesada. Su mercado más representativo es la feria de “16 de Julio”. Cuenta también con una orquesta sinfónica, además de museos y otras instituciones culturales menores que generan algo de dinero. Esta forma de economía es la que lleva diariamente a su desarrollo y éxito de su población.


La población en El Alto aprovecha y transforma los recursos locales. El Alto es una ciudad en crecimiento que se mueve al ritmo del mercado de alimentos, ropa confeccionada en pequeñas unidades industriales, ropa usada, etc. De hecho, los mercados son una característica imperante de El Alto, la feria 16 de julio que se realiza los jueves y domingos, donde se vende desde un tornillo oxidado hasta un automóvil último modelo, incluso terrenos y casas, también mercados como La Ceja, muestran un panorama típico comercial e industrial de la ciudad. Lamentablemente en la Ceja también se puede observar bares, lenocinios y percances como grandes embotellamientos de tráfico, basura abandonada y mucha delincuencia. Ello resume los principales problemas con las que tiene que lidiar esta joven ciudad.[15]






[1] Según la Constitución Política del Estado (CPE) de 2009, en su primer artículo denomina a Bolivia en un Estado Plurinacional Comunitario y con Autonomías. Dichas autonomías son  reguladas por la Ley Marco de Autonomías y Descentralización de 19 de julio de 2010.
[2] Ley de la 4ta. Sección.
[3] Ley Nº 1014.
[4] En 1997, la Corte Nacional Electoral, hoy llamada Órgano Electoral, tuvo la tarea de delimitar el territorio nacional en circunscripciones (68 en total), de acuerdo a la reforma constitucional de la Constitución Política del Estado de 1995 y el Censo de 1992.
[5] Juan Yhonny Mollericona y otros, La seguridad ciudadana en la ciudad de El Alto: fronteras entre el miedo y la acción vecinal, La Paz,  Ed. Fundación PIEB, 2007, p. 18.
[6] Entrevista con el vecino alteño Santiago Marquez.
[7] Entrevista con Mauricio Cori., ex Secretario Ejecutivo de la Fejuve El Alto en 2003.
[8]  Juan Yhonny Mollericona, op. cit., p. 19.
[9] Después de la Revolución de 1952, los indígenas empezaron gradualmente a emigrar del campo hacia las ciudades. La primera gran oleada de migrantes se ubicó en la hoyada paceña, en las periferias de la zona de San Pedro, de la Avenida Buenos Aires y de la Avenida Perú. Esta generación tuvo éxito económico, convirtiéndose algunos en medianos empresarios, “creándose de esta manera una verdadera élite económica aymara”. La segunda oleada de migración se ubicaron en las laderas de la ciudad, porque los mejores espacios geográficos estaban ocupados. “Esta gneración creó una élite intelectual aymara…” (Félix Patzi, Todo lo que caduca merece perecer. Análisis de la rebelión de septiembre y octubre 2003, en Memoria Testimonial de la Guerra del Gas,  La Paz, Ed. Comisión de hermandad, Vol.1, p. 6, 7, 2004.).
[10] Félix Patzi, “Todo lo que caduca merece perecer (análisis de la rebelión de septiembre y de octubre 2003, en Memoria Testimonial de la Guerra del Gas, Vol. 1 Comisión de hermandad, 2004, p. 7.
[11] Germán Guaygua y otros, Ser joven en El Alto: Rupturas y continuidades en la tradición cultural,  La Paz, Ed Fundación PIEB, 2000, p. 13.
[12] El Diario, 6 de octubre de 1996.
[13] Carlos Mesa, Historia de Bolivia, La Paz, Ed. Gisbert y Cia S.A., 2003, p. 789.
[14] “Bolivia tiene ahora una población menos joven”, en La Razón, 1 de agosto de 2013.
[15] Www.ElAlto-GestiónTurística.com.

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