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Muchos usuarios de alguna red social de internet fueron
“vilipendiados”, unos más que otros, en Bolivia y en cualquier parte del mundo,
por algún comentario o imagen que postearon en sus muros, eso es normal; y de
entre ellos, el “Grillo” pretendió volver el trascendido en una hecatombe
mediática
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El músico de boliches
Rodrigo “Grillo” Villegas dijo en el programa No Mentirás, de la red PAT, entre
muchas otras cosas, con tinte intolerante y despectivo, que “en este país no existe libertad de
expresión”. Sin duda, esta apreciación es un desacierto que falta a la
verdad y muy poco serio como él pretendió mostrarse, más aún cuando se trata de
intercambio de mensajes en redes sociales.
El ser criticado e
insultado en una “red social de internet”, como el fecebook, no es pues para
proferir semejante despropósito. Se sabe que ese espacio virtual, como todos,
es un medio en el que se esconden muchos fantasmas y que no es nada formal; por
lo tanto, no se puede discernir algo serio sobre un medio social nada serio. Un
usuario puede crear un sinfín de perfiles con objetivos y propósitos múltiples,
uno nunca sabe. Eso es el mundo del internet.
Siguiéndole el juego, uno se pregunta: ¿Para justificar su argumento
desatinado, en su cuenta de facebook (“Grillo Villegas”, febrero 24), cuántos
internautas fueron los que le dedicaron unas líneas a su comentario que hizo sobre
la participación de Pasión Andina, representante de Bolivia, en Viña del Mar?
¿Acaso los diez millones de bolivianos y bolivianas? ¿Por lo menos la mitad?
¿La cuarta parte? ¿El diez por ciento? ¿El diez por ciento del diez por ciento?
¿Diez mil personas? ¿Todo el departamento de La Paz? ¿La ciudad de La Paz? ¿Vecinos
de su barrio? ¿…? ¿Cuántos? ¿De qué universo representativo es al que se
refirió el “Grillo” en la entrevista de PAT, en
su feis y en su artículo que
publicó en un medio escrito paceño? ¡De ninguno fáctico! Sólo atinó a englobar
a todos los que habitan en el territorio boliviano; es decir, se estrelló con
todos: “Vivimos en un país en el que una
persona no puede expresarse libremente”[1],
escribió en “Página Siete” (01/03/15).
En la realidad
objetiva, muchos usuarios de alguna red social de internet fueron
“vilipendiados” —en términos del cantautor—, unos más que otros, en Bolivia y
en cualquier parte del mundo, por algún comentario o imagen que postearon en
sus muros, eso es normal; y de entre ellos, el “Grillo” pretendió volver el
trascendido en una hecatombe mediática. Esto sí es “risible, silvestre,
igualito a todos…”[2] los comentarios de los anfetaminas,
tequileros, políticos trasnochados… que creen ver espectros en la internet. O
en todo caso, estos espectros son motivo de regocijo, porque disq` son sus fieles seguidores en su feis, tuit y otros.
Por eso el texto que
escribió en su cuenta de facebook el melómano Villegas sobre su agrado o
desagrado de la actuación de Pasión Andina, en Viña 2015, no es para el
análisis, porque es un escrito como cualquier otro, con su tope de comentarios,
que se puede encontrar con un clic en cualquier red social.
La frase “libertad
de expresión” tal parece que es muy grande para el “Grillo”, porque no la
entiende, y más cuando su subjetividad extraviada se hizo escuchar y ver por la
tele, además de materializarlo, con epítetos como “chauvinismo, nuevo folklore
pop y mala ortografía”[3],
en un espacio de un periódico; y, ahí sí, nadie le devolvió algún mensaje, ¿por
qué?, porque ese medio no es accesible, no es como una red social. Ese escrito murió
ahí, sin ninguna réplica, como es del agrado de los seudo demócratas opinólogos
mediáticos: les gusta solo que les lean y que no les respondan los de abajo.
Aprender a ser
criticado y, en muchos casos, a ser insultado, por personas que no se sabe si
son reales o ficticias, si son varias personas o unos cuantos pubertos/tas que
les gustan fastidiar a gil y mil, por emitir una opinión en una red social,
cualquiera que sea ésta, es un riesgo que se debe tomar al crear una cuenta en
la internet, y obviamente el “Grillo” no lo sabe, y se enclaustra en su
ingenuidad e intolerancia, entrando en el juego de la red internet.
Él dice hoy hacer
“música limpia”. Lo primero que debería hacer es limpiar su mente de prejuicios
asistidos por la tele e influencias de consumo de bar-boliche que dañan la
mente, porque ahí parece estar su problema… ¿O todo esto fue márquetin-masoquista?
[1] “Chauvinismo, nuevo folklore pop
y mala ortografía”, en Página Siete,
01 de marzo de2015.
[2] En Facebook de Grillo Villegas, el 24 de febrero de 2015.
[3] “Página Siete”, op cit, 01 de marzo de2015.
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