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El saber
que al otro lado siempre existieron otras tierras habitadas, fue para naufragar
en la incertidumbre, pero al mismo tiempo en la esperanza…
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Hace 521 años (1492, Siglo XV).
Después de dos extensos y azarosos meses sobre aguas del Océano Atlántico,
Cristóbal Colón y sus intrépidos marineros “DESCUBRIERON” nuevas tierras en la
otra vereda del mundo, con la que se desató una ola de “INVASIÓN” y “CONQUISTA”
sobre ellas. En días, la noticia sacudió de sobremanera a toda Europa.
La travesía del viaje estuvo marcada por alegrías y diferencias entre los
navegantes, y todo se confundió la mañana del 12 de octubre de 1492, cuando
Rodrigo de Triana, en un ataque de euforia gritó “tierra tierra”. Fueron al
encuentro. Y Colón, al poner los pies en tierra, cayó de rodillas, la besó y
enarboló inmediatamente la cruz de Cristo y el estandarte de Castilla, luego,
lo bautizó San Salvador, en honor a los reyes de España. Habían llegado a
Guanahaní, nombre nativo de la isla.
Con la sorpresa y la satisfacción de encontrar un lugar para reposar y reponer
fuerzas, los descubridores recorrieron el lugar y otras islas más. Colón señaló,
en la carta que remitió a los reyes, que las “…islas son las más encantadoras
regiones que jamás haya visto: su vegetación es exuberante. Los pájaros son
innumerables y cantan tan bien que uno podría estar escuchándolos durante horas
enteras. Hay también diferentes especies de árboles, de flores olorosas y
frutos deliciosos. Lástima que yo no sepa
de qué especies se trata, pues estoy persuadido de que proporcionan una
madera preciosa y pueden también suministran tinturas y medicinas…”.
Y los indígenas “…son muy bien hechos, de muy hermosos y lúcidos cuerpos
y muy buenas caras, los cabellos, gruesos y casi como cerdas de cola de caballo
y cortos. El cutis ni blanco ni negro; además se embadurnan (recubren) el
cuerpo de blanco, negro y rojo. Creo que bastará poco tiempo para convertir
gran número de indígenas a nuestra Santa Fe y ofrecer a España riquezas y
posesiones inmensas”, continúa la misiva.
Con este hecho, se abre una nueva forma de percibir el mundo, de imaginar
nuevos sueños para el porvenir del Hombre moderno. ¿El devenir será realmente
así?
Colón, de regreso a España, continuó encontrando diferentes islas que las
bautizó con los nombres de Fernandina, Isabela, Juana y La Española.
La gran
noticia.
La hazaña de estos gallardos grumetes shokeó
las mentes medievales. El saber que al otro lado siempre existieron otras
tierras habitadas, fue para naufragar en la incertidumbre, pero al mismo tiempo
en la esperanza. Y, desde entonces,
cayeron muchas creencias por la borda. Se puso fin a la discusión sobre
la forma de la Tierra. Quedó claro que es redonda y no plana, y que no hay
monstruos de ninguna especie en el océano.
Colón, quien de joven viajó mucho por los mares de Europa y luego dedicándose
al estudio de la Cosmografía, sostenía la teoría de que la tierra era redonda,
y que navegando hacia el Occidente, es posible llegar a las indias. ¡Sorpresa!,
parte de su hipótesis había confirmado a cabalidad.
El nuevo panorama que se abrió fue oportunidad para muchos de escapar de
la debacle económica en que España se postra. Pero la iniciativa fue
capitalizada por los aventureros que no tenían nada qué perder, y que pululaban
a cantidad en las calles de sus principales ciudades. Es un momento que se da
rienda suelta a la especulación. Con todo ello, los nuevos vientos de cambio en
Europa ya son legibles en el horizonte.
Esto hizo que los puertos se colmaran de vagabundos disputando un cupo en
la tripulación. Y los que salieron de puertos castellanos, la primera oleada de
colonizadores, hacia las nuevas tierras estuvo conformado por ladrones,
aventureros, analfabetas y otras almas sin rumbo ni oficio. Se fueron como
carne de cañón, a experimentar nuevas cosas, y si volvían, serían
recompensados. Eso es lo que prometieron los reyes.
Sin duda se descubrió un mundo
nuevo o un nuevo mundo, pero lo
que Colón se llevó a la tumba, no fue precisamente esa idea, sino se fue
convencido de que llegó a las indias.
¿Qué viene después de todo esto? La idea del Nuevo Mundo, América, está
en el ambiente y en los peninsulares, que de seguro es para largo…

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