13 de agosto de 2013

¡INVASIÓN en marcha!!!



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El saber que al otro lado siempre existieron otras tierras habitadas, fue para naufragar en la incertidumbre, pero al mismo tiempo en la esperanza…
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Hace 521 años (1492, Siglo XV).

Después de dos extensos y azarosos meses sobre aguas del Océano Atlántico, Cristóbal Colón y sus intrépidos marineros “DESCUBRIERON” nuevas tierras en la otra vereda del mundo, con la que se desató una ola de “INVASIÓN” y “CONQUISTA” sobre ellas. En días, la noticia sacudió de sobremanera a toda Europa.



La travesía del viaje estuvo marcada por alegrías y diferencias entre los navegantes, y todo se confundió la mañana del 12 de octubre de 1492, cuando Rodrigo de Triana, en un ataque de euforia gritó “tierra tierra”. Fueron al encuentro. Y Colón, al poner los pies en tierra, cayó de rodillas, la besó y enarboló inmediatamente la cruz de Cristo y el estandarte de Castilla, luego, lo bautizó San Salvador, en honor a los reyes de España. Habían llegado a Guanahaní, nombre nativo de la isla.


Con la sorpresa y la satisfacción de encontrar un lugar para reposar y reponer fuerzas, los descubridores recorrieron el lugar y otras islas más. Colón señaló, en la carta que remitió a los reyes, que las “…islas son las más encantadoras regiones que jamás haya visto: su vegetación es exuberante. Los pájaros son innumerables y cantan tan bien que uno podría estar escuchándolos durante horas enteras. Hay también diferentes especies de árboles, de flores olorosas y frutos deliciosos. Lástima que yo no sepa  de qué especies se trata, pues estoy persuadido de que proporcionan una madera preciosa y pueden también suministran tinturas y medicinas…”.

Y los indígenas “…son muy bien hechos, de muy hermosos y lúcidos cuerpos y muy buenas caras, los cabellos, gruesos y casi como cerdas de cola de caballo y cortos. El cutis ni blanco ni negro; además se embadurnan (recubren) el cuerpo de blanco, negro y rojo. Creo que bastará poco tiempo para convertir gran número de indígenas a nuestra Santa Fe y ofrecer a España riquezas y posesiones inmensas”, continúa la misiva.

Con este hecho, se abre una nueva forma de percibir el mundo, de imaginar nuevos sueños para el porvenir del Hombre moderno. ¿El devenir será realmente así?

Colón, de regreso a España, continuó encontrando diferentes islas que las bautizó con los nombres de Fernandina, Isabela, Juana y La Española.

La gran noticia.

La hazaña de estos gallardos grumetes shokeó las mentes medievales. El saber que al otro lado siempre existieron otras tierras habitadas, fue para naufragar en la incertidumbre, pero al mismo tiempo en la esperanza. Y, desde entonces,  cayeron muchas creencias por la borda. Se puso fin a la discusión sobre la forma de la Tierra. Quedó claro que es redonda y no plana, y que no hay monstruos de ninguna especie en el océano.

Colón, quien de joven viajó mucho por los mares de Europa y luego dedicándose al estudio de la Cosmografía, sostenía la teoría de que la tierra era redonda, y que navegando hacia el Occidente, es posible llegar a las indias. ¡Sorpresa!, parte de su hipótesis había confirmado a cabalidad.

El nuevo panorama que se abrió fue oportunidad para muchos de escapar de la debacle económica en que España se postra. Pero la iniciativa fue capitalizada por los aventureros que no tenían nada qué perder, y que pululaban a cantidad en las calles de sus principales ciudades. Es un momento que se da rienda suelta a la especulación. Con todo ello, los nuevos vientos de cambio en Europa ya son legibles en el horizonte.

Esto hizo que los puertos se colmaran de vagabundos disputando un cupo en la tripulación. Y los que salieron de puertos castellanos, la primera oleada de colonizadores, hacia las nuevas tierras estuvo conformado por ladrones, aventureros, analfabetas y otras almas sin rumbo ni oficio. Se fueron como carne de cañón, a experimentar nuevas cosas, y si volvían, serían recompensados. Eso es lo que prometieron los reyes.

Sin duda se descubrió un mundo nuevo o un nuevo mundo, pero lo que Colón se llevó a la tumba, no fue precisamente esa idea, sino se fue convencido de que llegó a las indias.

¿Qué viene después de todo esto? La idea del Nuevo Mundo, América, está en el ambiente y en los peninsulares, que de seguro es para largo…

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