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La
mentalidad histórica colonial siempre exalta lo de afuera y rechaza lo suyo,
porque aspira a ser como él, aunque esté equivocado. Está dominado, por eso no
ve el horizonte para cambiar.
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¿Quién es Ismael Cala? Al parecer, es la “última maravilla” para algunos
periodistas y autoridades de Santa Cruz, que en su visita al país lo recibieron
con loas y vítores, hasta hicieron eco de su ego herido por el desplante del
Primer Mandatario a una entrevista programada. ¡Tuvo servicio completo!
El cubano periodista de farándula, radicado en EUA, con su verbosidad envolvente se los ganó a los que están acostumbrados a alabar y a rendirse a lo que viene de afuera. En eso, la élite de Santa Cruz es la más enajenada de Bolivia.
Pero dicha actitud es normal en el dominado, en la mentalidad histórica colonial, que siempre exalta lo foráneo y
rechaza lo suyo, porque aspira a ser como él, aunque esté equivocado. Está
dominado, por eso no ve el horizonte para cambiar. “¡Qué horrible, qué horrible!”,
diría el Monje Moco.
Arribo del
Virrey.
Cala, al pisar suelo cruceño, en el aeropuerto de Viru Viru, fue recibido
cual fuera un ser divino, un poco más lo besaban los pies, y algunos
periodistas se inclinaban ante su “majestad”, dándole cobertura hasta el
empacho en sus medios de “información”. La alcaldía lo nombró huésped ilustre. Esto
recordó el Siglo XV, cuando llegaron a América hombres barbudos y blancos, que
los nativos los confundieron con dioses. ¡Qué ironía!
Ya, antes de la llegada de Cala a Bolivia, en programas de farándula
televisiva y noticieros de Santa Cruz, que son vistos en todo el país, le
extendieron la alfombra roja, verde… de todos los colores. Lo anunciaron como
el “genio”, el “espectacular” y el “prodigio” del periodismo, por el hecho de
pertenecer a la cadena internacional CNN en español. ¡Qué maravilla…!
Ojo, su visita al país fue con el fin de celebrar un aniversario más del
programa de farándula “Contame” y a presentar su libro “El poder de escuchar”.
Pero en ningún momento señalaron sobre una posible entrevista al Presidente.
Sólo cuando llegó vociferó a los cuatro vientos que estuvo reservada una
entrevista -hacia tres meses- con Evo Morales y que fue aplazada.
Desde entonces, la finalidad de Cala, junto a sus admiradores cruceños, fue
linchamiento mediático al Presidente, con el invento de que vino estrictamente a realizar una entrevista
al Primer Mandatario del Estado Plurinacional de Bolivia, que no se
materializó, y que no volverá a pedir jamás de los jamases otra oportunidad, porque
no es un pelele de CNN. Se enojó. La rabia pudo más que su teoría: “El poder de
escuchar, la guía esencial en el camino al éxito”.
Con esa vanilocuencia mediática, el ingenuo creyó y esperó del gobierno
boliviano que implorara nueva oportunidad. Pues el tiro le salió por la culata:
“¡Cobarde!”, le dijo Evo.
Horas después, se supo por la prensa que CNN le dio la-or-den a Cala para
que realice la entrevista, y el sumiso tuvo que aceptar. El Presidente lo
programó para las 05.00 am., del día 10 de octubre (2013).
Cala
improvisado.
La entrevista fue un bochorno. El periodista alabado por la farándula de
Santa Cruz confundió datos, trató de manipular a su entrevistado… Su expresión
mostraba el enojo que no pudo exteriorizarlo…Se acorraló; fue víctima de su
propia doctrina: el poder está en escuchar…
pues tuvo que escuchar al Presidente, quien le advirtió que está en
Bolivia y no en EUA.
Al final, la entrevista se materializó y difundió por la cadena CNN en
español, sin edición, tal como era el requisito del presidente Evo Morales Ayma.
Y la pregunta siguiente es: ¿Por qué Cala hizo todo lo que hizo? ¿Por qué
aceptó una nueva oportunidad?; porque fue él quien aceptó una nueva oportunidad
para entrevistarlo al Presidente. Bueno, la respuesta es que Cala aprovechó la
circunstancia del momento para encumbrarse en la fama. Es periodista de
farándula, no se olvide, y tiene un libro de su autoría, con un título muy
sugestivo, que seguramente le gustaría alcanzar la máxima venta. En la
mentalidad mercantilista todo se vale para llenar los bolsillos de money, así
fuera a costa de humillación y mojigatería. En la viña del mercado, todo se
vale. ¡Así nomás es!

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