_________________________
En Santa
Cruz, desde los “yupis” hasta los “pedigrís”, hacen de la delincuencia su
jobby, despachando almas al otro mundo, sin ningún trámite, sin dar lugar
siquiera al “me rindo”. ¡Y nos quieren hacer creer que esto es reciente!
______________________________
Desde hace meses atrás las empresas privadas de informaciones se dignan
en reflejar el verdadero rostro de Santa Cruz de la Sierra, un departamento con
alto grado de delincuencia y la más insegura de Bolivia. ¿Y sus autoridades?...
¡Mutis!, miran de palco, como siempre ha sido.
Esta mala fama no es reciente, se arrastra desde hace muchos lustros. Pero hoy, se decide transmitirlo por todos los medios. Hoy sí importa, antes no importó. ¿Por qué? Porque hay una intención macabra… de hacer, ante la gente, mala fama del Gobierno (que ya no es novedad), acusarle de todos los males, cuando en realidad se trata de la obra fáctica de los que ostentan actualmente el poder político y económico de ese departamento.
Hijos de la
mojigata.
A esta gente jamás le importó su juventud, sólo para aprovecharlos como pretorianos
de sus fines mezquinos e individualistas, organizándolos en el grupo
nazi-fascista de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC), haciéndolos profesionales
delincuentes, para dar paliza a cruceños que se atrevan a revelarse ante los
que siempre creyeron ser dueños de Santa Cruz: su oligarquía fratricida y
anti-patria.
Esa es la fuente, el semillero, de la cual emergen vastos seres
inmisericordes, programados para delinquir a sus anchas en cualquier escenario
y momento, por lo que, sus feligreses, desde los “yupis” hasta los “pedigrís”,
hacen de la delincuencia su jobby, despachando
almas al otro mundo, sin ningún trámite, sin dar lugar siquiera al “me rindo”.
¡Y nos quieren hacer creer que esto es reciente!
Ya esa conducta gansteril de los
unionistas, incubado en el espíritu de jóvenes cruceños, se descubrió el año
2003, cuando sin piedad patearon, escupieron y lincharon a sus hermanos indígenas,
al arribar a la plaza central de Santa
Cruz, pidiendo la renuncia al presidente de entonces, Gonzalo Sánchez de Lozada
“Goni”.
Pero también esta misma actitud se vio en Sucre, el año 2008, momento en
que el largo brazo delincuencial y racista de la UJC, en complicidad de sus
pares citadinos, intentaron acabar con la Asamblea Constituyente, empezando
cacería a todo aquel que identificaban como indígena. Desde entonces, la ciudad
blanca cambió de rango, transitó de “ciudad culta” a “ciudad inculta”, que se rememora
con mucha tristeza cada 24 de mayo, como Día de la Vergüenza Nacional.
En esa misma fecha, multiplicados estas milicias actuaron en varios
departamentos del oriente, junto a los pro-autonomistas-separatistas del Comité
Cívico Pro-Santa Cruz (brazo estratégico de la oligarquía cruceña), a la cabeza
del actual gobernador Rubén Costas (racista en potencia), para dividir en dos a
Bolivia: Oriente y Occidente.
La juventud
necesita de políticas públicas urgentes.
Entonces, la delincuencia crónica que vive la actual Santa Cruz, es hijo
de estos malos bolivianos, que los malearon, que no les importó crear una
generación dañada y sin perspectivas. Son ellos los que criaron y amamantaron a
estos cuervos que se alimentan de sangre indígena… que algún día se volcarán seguramente
a sacarles los ojos.
¡No se debe callar! ¡Hay que decirlo! Porque es indignante ver jóvenes y jovenzuelos,
y hasta niños, que hayan perdido el valor de la vida. Son ellos la sangre
fresca del país. ¡Pero en qué los convirtieron! Hay que recuperarlos ¡ya!
La tarea titánica de cambiar urgente
el chip de la mente de la juventud,
no solo del cruceño sino de todo el país, es del Gobierno, con políticas públicas
efectivas y contundentes, que arrasen con este mal generacional, así no
contaminar a la nueva que emerge con mucha perspectiva.

No hay comentarios:
Publicar un comentario