7 de noviembre de 2012

La ramplonería del privatizador cementero


Samuel Doria Medina, empresario y privatizador de las empresas de los bolivianos.
Samuel Doria Medina, el mayor vendepatria, enajenador de las empresas estratégicas del Estado, fracasado e inepto político y deseoso de la silla presidencial a como dé lugar, además de lengua suelta, sale por los medios de distorsión de sus amigotes diciendo que el presidente Evo Morales debe transparentar su patrimonio, pero no dice nada de su máxima fortuna. Abría que investigarlo.


En esta oportunidad volvió a reiterar que el Presidente gobierna para los cocaleros, ese es su máximo discurso, no sale de esa fantasía, no tiene más ideas. Luego, se pone a desacreditar a la gestión del gobierno. Todo es redundante, no hay una cosa interesante, relevante o novedosa que salga de ese cerebro burgués consumado.


El aparecer en las pantallas de este personaje ahistórico ya es común, no es casual, las cámaras lo tienen de propaganda política cada cierto tiempo para catapultarlo al 2014. Los derrotados en la Revolución Democrática y Cultural creen que es el mesías de los neoliberales. ¿Será así? Estamos en tiempos preelectorales y deben construir un líder que le dé pelea electoral a Evo Morales, que hasta ahora no lo consiguen, tal parece que no lo van a lograr porque no tienen proyecto para el país, sólo a viejos políticos que añoran relanzarse con discursos de odio y revanchismo –Jorge “Tuto” Quiroga, Juan del Granado– y a nazifascistas que sólo sueñan fragmentar el país en mil pedazos –Rubén Costa, Leopoldo Fernández, Mario Cossío y Hugo Satori–; ha, por supuesto, los resentido sindicalistas e indígenas.  

Los separatistas y nazifascistas políticos bolivianos.
Entre todos, tal parece ser que el elegido es Doria Medina. Pero éste político acabado lo que simplemente quiere es recuperar la planta de cemento de Chuquisaca que le fue devuelto a sus legítimos dueños, los chuquisaqueños, y a volver a privatizar, capitalizar las empresas estratégicas del Estado que con tanto esfuerzo y sacrificio se recuperó de manos de los extranjeros. La desesperación se nota a leguas... Proyecto para el país… nada de nada.

Entonces la estrategia es que deben aprovechar cualquier circunstancia para ir en contra de la dignidad del Presidente de todos los bolivianos y las bolivianas, además el más votado de la historia boliviana. Los recursos son la mentira, la difamación, la burla entre muchos más. 

Es una pena, a estas alturas del Proceso de Cambio, lo bajo que pueden ser en pensar sólo en sus interese personales y no en el de todos los bolivianos y las bolivianas, eso los lleva de por sí a su sepultura, más todavía con Samuel Doria Medina.

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