14 de septiembre de 2011

La Dialéctica de la acumulación de Capital y la Revolución

Jorge Veraza*

La revolución comunista no es solamente algo externo al capital, a la acumulación de capital como proceso de explotación. La propia acumulación de capital suscita continuamente olas revolucionarias que paradójicamente desarrollan al capitalismo. Una revolución no significa producir tornillos, partes de automóviles, nuevas telas, implica intentar transformar relaciones sociales. Pero el capitalismo integra esos esfuerzos, los explota a su favor y es en ese escenario histórico que también hay que reflexionar para profundizar nuestra práctica, para que ella no nos sea robada sino que tenga eficacia completa o por lo menos algo de eficacia.

¿Qué lograron las revoluciones durante todo el siglo XX, comenzando con la rusa o antes, la revolución mexicana de 1910, y la de China de 1949? ¿Qué lograron esas revoluciones que tenían grandes esperanzas? Desarrollar el capitalismo mundial. ¡Y eso es como si te robaran la palabra de la boca, el pensamiento de la cabeza! Tú quieres una cosa, das la vida por ello, ¡y resulta que desarrollas a tu enemigo!, ¡desarrollas al capitalismo mundial!

Creo que hay que ponerse a pensar bien en eso, en lo que ocurrió, sin descorazonarse sino más bien para llevar a cabo una revolución que sí logre lo que las otras intentaron. ¿Despreciar a Trostky, a Lenin? De ninguna manera, pero hay que reconocer las limitaciones no solamente de su pensamiento sino también de su práctica, y no sólo la de ellos sino la de todas las revoluciones en su conjunto (desde la rusa, la china, la cubana, etc.).

La Revolución Democrática Cultural boliviana

El proceso que se vive en Bolivia ha sido denominado la Revolución Democrática Cultural. Si lo que quieren decir es que lo que se ha llevado adelante en Bolivia es una revolución socialista o una revolución comunista, se han mentido. La sociedad burguesa sigue existiendo en Bolivia. El capitalismo sigue siendo dominante en Bolivia. Ha ocurrido una revolución democrática burguesa. Eso sí ha ocurrido, pero no es una revolución proletaria, ni siquiera una revolución indígena aunque los indígenas, los proletarios y muchos campesinos han participado en ella. ¿Y finalmente qué logró esta revolución? ¿Se logró destruir la sociedad burguesa? No. ¿Se logró destruir la dominación del capital en Bolivia? No. ¿Entonces no se logró nada? ¿El hecho de no lograr “todo” significa no lograr nada? No. ¿En Bolivia no se ha hecho la revolución con sus últimas consecuencias, la revolución comunista, la revolución proletaria? Verdad que no, pero se ha hecho algo que no se ha hecho en otras partes del mundo.

Yo vengo de México, donde tenemos un Presidente “vendepatria”, que todos los días le entrega el país al imperialismo norteamericano (no se puede decir que eso lo esté haciendo Evo Morales). Treinta millones de mexicanos viven fuera de la frontera del país, en Estados Unidos. ¿Por qué? Porque no hay trabajo. El neoliberalismo destruyó toda la planta industrial.

Aquí (en Bolivia) el neoliberalismo destruyó parte de la planta industrial, que era muy pequeñita, pero no toda y ya están en proceso de reconstruirla. No están partiendo de cero, sino de una destrucción de 30 años de neoliberalismo a todo nivel, también a nivel de las conciencias, de los corazones y del espíritu. Por eso es muy importante recuperarnos también a todo nivel. Reconocer cada uno de los logros y no retroceder en lo que avanzamos. Ir un paso más adelante cada vez que se pueda. ¿Puedes brincar?, pues brinca, ¿no puedes?, entonces da un paso, ¿no puedes dar el paso?, entonces mantente firme en lo que has logrado, no lo desconozcas.

Es posible una alianza hasta con la burguesía nacionalista, mientras se pliegue al programa del pueblo. El enemigo está adentro pero también está afuera, es el imperialismo norteamericano, pero también la clase dominante, y ésta todavía tiene el poder, no el poder político. El poder político es en este momento auténticamente democrático y eso no hay que desconocerlo. Existe una situación altamente contradictoria.El poder económico lo tiene la burguesía. ¡Vamos a quitárselo! ¿Y quién le pone o más bien quién le quita el cascabel al gato?, ¿quién le expropia a la burguesía?. ¡Ah, pues que lo haga Evo Morales porque si no lo hace no cumple! No! Se requiere fuerza suficiente, organización suficiente, un programa de lucha suficiente, conciencia en todo el pueblo suficiente como para tal evento.

La revolución no ha ido más adelante porque todavía no puede hacerlo. Y si le exigimos lo que no puede es justamente lo que el enemigo quiere: “¿por qué no das un paso adelante y así te equivocas y te tropiezas?” Eso quieren la burguesía y el imperialismo yanqui, y no solamente lo quieren, cuando introducen la CIA en distintos países tratan de provocar el traspié. ¿Y lo poco que has logrado?. ¡También eso te lo vamos a arrebatar!. Has vivido 500 años así, por qué no otros 30 u otros 500 más! Tuviste un respiro de algunos años y te vamos a quitar todo lo que obtuviste recién también, porque no sabes lo que obtuviste, porque no lo reconoces, porque como no obtuviste “todo” estás resentido no solamente en contra de la burguesía y del imperialismo sino en contra de los compañeros que lograron algo y no “todo”.

Sí, hay que lograrlo todo, pero para lograrlo hay que ir por partes, porque la realidad va por partes. La mente y la ilusión van por el todo. De pronto te acabo de conocer y ya te adoro. A veces así funciona. Desafortunadamente la realidad de la lucha de clases no es así, ni como la realidad de las ideas ni como la de algunos amores. Hay que avanzar poco a poco, comprendiéndonos, comprendiendo nuestros errores.

* Economista Mexicano y Dr. en Estudios
Latinoamericanos.
Extractos del Seminario Pensando el
Mundo desde Bolivia.

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