¿Qué de nuevo hubo en la ALP en el Día de la Patria?

La oposición convirtió a la ALP en el escenario en la cual pudieran mostrarse de cuerpo entero sin ningún filtro ni pudor. Es ahí el lugar más evidente en que revelaron los más obscuros sentimientos hacia el país y a la diversidad cultural.   

Portada de Ahora El Pueblo: presidente Luis Arce Catacora, en la Asamblea Legislativa Plurinacional, en 6 de agosto de 2021.

Abraham Sahua | Istoriecom
Crónica

Todo normal. En la Sesión de Honor por los 196 aniversario patrio, llevada a cabo en el nuevo hemiciclo de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), no ha ocurrido suceso fuera de lo conocido, aunque los medios masivos de información insistieron en que hubo “bochorno”, “escándalo” y “tensión” provocado por asambleístas de Creemos y Comunidad Ciudadana.

Fueron los medios corporativos afines a las fuerzas conservadoras quienes inflamaron la situación en la web con títulos sensacionalistas que, como es habitual, marcaron matrices de opinión en casi todos los usuarios de redes sociales que actuaron en consecuencia con opiniones y críticas en esa dirección.

Lo que sucedió en realidad fue lo que siempre se acostumbra ver en la Asamblea desde el año 2006, y recargado en días célebres, tal cual se vio en el día de la patria. Las puestas en escenas, auspiciadas por la juerga conservadora, a base de gritos, improperios, prepotencia e intolerancia han sido su carta de presentación en el hemiciclo. 

La oposición convirtió a la ALP en el escenario en la cual pudieran mostrarse de cuerpo entero sin ningún filtro ni pudor. Es ahí el lugar más evidente en que revelaron, desde el primer gobierno de Evo Morales (2006-2009), los más obscuros sentimientos hacia el país y a la diversidad cultural, actitudes contrarias a la que pregonan en los medios de información. Es en este ambiente legislativa donde mejor se exponen y donde se los conoce y reconoce. 

En la conmemoración del 6 de Agosto, el performance que exhibieron los asambleístas opositores fue dar, literalmente, la espalda al Presidente Constitucional de Bolivia, Luis Arce Catacora, al momento de su mensaje a la nación, con arengas de ¡fraude!, ¡fraude! Y los del oficialismo respondiendo: ¡Golpe!, ¡golpe! El show estuvo servido. 

Todo este montaje, evidentemente, fue urdido en complicidad con las grandes corporaciones mediáticas, expectantes en el teatro de operaciones esperaron el momento preciso de la señal para hacer oído del “griterío” a viva voz y virar las cámaras, las radios reporteras y las plumas periodísticas hacia el espectáculo y difundirlo como algo nuevo y espontáneo. 

Pues los medios masivos de información de este tiempo, no ayudan a reflexionar por ningún lado sobre los acontecimientos, más al contrario, estimulan reacciones a conveniencia, sin oportunidad al análisis ni al cuestionamiento. Este fenómeno mediático no es privativo de Bolivia, pasa en todo el planeta. Y en el Día de la Patria, no fue la excepción. 

No es de hoy, entonces, el dar la espalda a Bolivia por parte de los miembros de las fuerzas políticas conservadoras. Es la conciencia alienada quien los impulsa a tal comportamiento, constituida desde la fundación del Estado Colonial, la República de Bolivia, que se resiste a mutar a la nueva racionalidad del Estado Plurinacional.