10 de noviembre de 2014

Nostalgia política: “El MNR tendrá presencia en la siguiente Asamblea Plurinacional”



___________________________

¿El MNR no estaba muerto, como se creía, que andaba de parranda? ¿O simplemente, su famélica vigencia hoy en la arena política y su pronosticada aparición para el 2019 con un plan de gobierno, es una afirmación que no trasciende más allá del anhelo del quien lo expresó?
______________________________




Ya son días que pasaron las elecciones generales en Bolivia, sin ninguna novedad en los resultados, sucedió lo que las encuestas vaticinaron, que  el Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) de Evo Morales volvería a diezmar a la oposición. Y así fue. El 61,36 por ciento, del 100 por ciento (nacional-exterior), difundido por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), así lo confirma.


Y después de la fiesta democrática, vigorosamente ejercida por los bolivianos y las bolivianas, la actividad política vuelve a su cauce cotidiano. Por su lado, el Presidente continúa entregando obras sin pausa, acción que es tildada por sus detractores como “campaña política”, y también asistiendo a compromisos internacionales; y la oposición, se prepara afanosamente y sin tregua para encarar las siguientes elecciones subnacionales (gobernaciones y alcaldías) del próximo mes de marzo de 2015.

Las aguas se calmaron y los analistas mediáticos pululan en los medios masivos de informaciones evaluando la situación, dándole garrote al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por su evidente ineficiencia, y algunos lanzando palabras al viento sobre fraude electoral.

Pero entre los “analistas” aparecieron viejos políticos, que se hacen llamar “analistas políticos”, como Guillermo Richter, emenerrista de viejo cuño. Dando rienda suelta a su optimismo, en una radio local, señaló que el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) tendría presencia en la Asamblea Plurinacional, en la siguiente legislatura.

Este presagio lanzado por el octogenario político fue posible -dice- a que muchos de sus militantes hicieron alianzas con los partidos que entraron en la justa electoral, que entre ellos, algunos fueron elegidos como asambleístas. Y todo esto le atribuyó a lo que el MNR representa, el partido político más importante de la historia boliviana, por los cambios profundos que hizo en su momento; y además, porque tiene una estructura sólida. En ese ánimo proyectó para las siguientes elecciones generales del 2019, que su “emblemático” partido aglutinará a sus militantes y preparará un plan de gobierno.

Entonces, ¿el MNR no estaba muerto, como se creía, que andaba de parranda? ¿O simplemente, su famélica vigencia hoy en la arena política y su pronosticada aparición para el 2019 con un plan de gobierno, es una afirmación que no trasciende más allá del anhelo del quien lo expresó? ¿Cuál será la estrategia para cambiar la mala fama que tiene el pueblo del MNR, ligado a la sangre de varios inocentes? ¿Creerá realmente alguien todavía en el movimientismo revolucionario? ¿Desaparecerá hasta el 2019 la imagen que tiene hoy el boliviano y la boliviana sobre los hechos luctuosos de la “guerra del gas”? ¡Quién sabe!

Todas esas interrogantes solo las revela el tiempo. Dejémosle a que haga su trabajo… Mientras tanto, el ámbito político no muestra cambios sustanciales desde el 2006, por más fuerte “campaña de desprestigio” desatada por la oposición, al gobierno del MAS: el famoso “desgaste”. Pero lo que sucedió fue el “efecto búmeran”. Es decir que tal desgaste la sufrió la oposición al no poder mantener su plaza de influencia lejos del masismo -Santa Cruz, Pando y Tarija-, con excepción de Beni, que es hoy en el reducto, bastión de la oposición.

No hay comentarios:

Publicar un comentario