22 de octubre de 2012

La droga y narcos en Santa Cruz



En estos últimos días, con gran espanto, como si fuera sólo de este tiempo, los “medios masivos de información” daban a conocer que en algunos centros educativos de Santa Cruz se evidenció el consumo de estupefacientes. Esto no es una novedad, desde siempre es así y hoy quieren hacer creer que es un descuido de la Policía, por ende del Gobierno.

No sólo eso, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico van encontrando en esas tierras ingentes laboratorios de droga, ¿por qué? La prensa y sus opinadores se esmeran en decir que “en este gobierno es donde se incrementó su fabricación”, cuando es al contrario.

La verdad es que en Santa Cruz siempre se fomentó la fabricación y el consumo de droga, sus autoridades nunca hicieron nada para cambiarlo. Hoy mismo no se pronuncian ni plantean trabajar en conjunto con el gobierno central para acabar con ese mal que destruye vidas de corta edad. No les interesa, porque si mínimamente les interesara, harían algo. Al parece les es útil mantenerlos dopados a su juventud por miedo a que estos reaccionen y les dé tunda electoral, así su castillito de cristas se quebraría.

Es más, parece que los potenciales consumidores son éllos mismos porque sus comportamientos no son normales. Por ejemplo, el alcalde Percy, con ojos desorbitados y la lengua afilada lanza improperios en público a cuanto se le antoja, los periodistas son los apetecibles.  Y su gobernador, Costas, cuando se reúne en su plaza central con sus amigotes y unos cuantos asalariados, tiene un comportamiento de “gallo parador”, que con el cambio del tono de voz va amenazando a diestra y a siniestra, como si con esa actitud atemorizara a que le rindan culto. Son imaginaciones que tienen  éstos en sus mentes provincianas.

Sin embargo, la lucha contra el narcotráfico está más que nunca activada para acabar con los delincuentes y para desenmascarar a aquellos que son los que fomentan este cáncer social que perturba y se lleva cada día más vidas inocentes que no tienen la culpa de nada.    

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