El espíritu navideño se siente en las calles de La Ceja

Saliendo de casa hacia el centro de la ciudad, se percibe gran gentío con mucho afán, es que ya se siente en cada esquina las fiestas de fin de año. El más próximo, la Navidad, el nacimiento del niño Jesús, el hijo de Dios que siempre trae Paz, Amor y buena voluntad a la Humanidad.

El comercio se comió gran parte de las avenidas centrales, sin dar tregua a los automóviles que se ingenian rutas alternas para cumplir su recorrido y llegar a su destino.

El transporte público escasea, no porque se repliegan sino porque rompen sus trayectos por las caseritas que ocupan las calzadas, entonces esto hace que los pasajeros corran de un lado para el otro y atrapar un lugar en el minibús.

El trajinar de la gente es mecánico y sin rumbo. Parece que todos salen a las calles a contemplar los aires de la noche fresca y tomar la frescura del espíritu navideño. Cada cual está concentrado en lo que debe abastecerse.

Así está la Ceja de la ciudad de El Alto, lugar de ensueño y utopías.