El modelo comunitario sienta las bases para el socialismo

Después de casi seis años de la actual administración de Gobierno, el ministro de Economía, Luis Arce, afirmó que el modelo económico social, comunitario y productivo no pretende directamente cambiar el modo de producción capitalista, sino sentar las bases para la transición hacia el socialismo.

“Éste es un modelo de transición hacia el socialismo, en el cual gradualmente se irán resolviendo muchos problemas sociales y se consolidará la base económica para una adecuada distribución de los excedentes económicos”, escribió el ministro en la revista Economía Plural.
Aclaró que “en ningún momento se pensó en construir el socialismo de inmediato (…), hay un periodo intermedio, es el que se tiene en mente”, empezar a construir una sociedad de tránsito.
Crisis del capitalismo

La fundamentación de Arce parte de la evidencia del decaimiento y franco desgaste del capitalismo a partir de 2005, expresado en cuatro crisis: energética, alimentaria, climática, financiera y de políticas macroeconómicas.

En la actualidad, el mundo vive “un modelo senil, viejo, que no está dando respuestas a las crisis que sufre el mundo”. De ahí deriva una quinta crisis, según Arce, “la de políticas macroeconómicas, que se evidencia por la falta de políticas económicas capitalistas a los problemas del propio capitalismo”.

Este diagnóstico le dio pie para recordar el fracaso de las políticas monetarias aplicadas en América Latina.

Sin embargo, señaló que este contexto de crisis del capitalismo representa una oportunidad para los bolivianos, porque el país cuenta con los recursos para convertirse en un gran productor de energía y alimentos, las dos grandes debilidades del sistema capitalista.
Pilares del modelo

El modelo económico productivo identifica dos pilares: el sector estratégico, generador de excedentes, y el de ingresos y empleo, en el que destacan cuatro sectores estratégicos: hidrocarburos, minería, electricidad y recursos ambientales. “Son los viejos y tradicionales sectores de los que ha vivido el modelo primario exportador”, manifestó Arce.

Citó que entre los sectores generadores de ingreso y empleo están la industria manufacturera, turismo, vivienda y desarrollo agropecuario, que aún no fueron dinamizados.

Para cambiar el modelo primario exportador, el Ministro propone llevar los excedentes de minería, hidrocarburos, energía eléctrica, hacia los sectores donde se necesita poner la piedra fundamental, la semilla de un país productivo con manufactura, industria, turismo y desarrollo agropecuario.

En ese escenario, el Estado es el redistribuidor, con capacidad de transferir recursos de los sectores excedentarios a los generadores de empleo e ingreso.

“Si bien por un tiempo Bolivia seguirá siendo un país primario exportador, esta vez se debe tener claridad sobre el objetivo y el camino por tomar”, aseveró.

El Estado “es todo”

En una comparación con el neoliberalismo, el Ministro marca la diferencia de principio, y a la hipótesis del mercado eficiente opone el nuevo modelo que define al Estado como el actor fundamental de la economía y el que
también corrige las fallas del mercado.

Atribuye al Estado un rol activo, “el Estado tiene que ser todo”, planificador, empresario, inversionista, banquero, regulador, productor del desarrollo. Pero además tiene la obligación de generar el crecimiento y desarrollo en todas las instancias del país.

Recordó que —con la nacionalización— el Estado retomó el control de los recursos naturales de los sectores estratégicos, como hidrocarburos, minería, electricidad y telecomunicaciones, para beneficiar a los bolivianos en lugar de a las empresas transnacionales.

Pero eso no es todo, porque el ministro insiste en que el nuevo modelo pretende cambiar el patrón primario exportador por un proceso industrializador y generador de desarrollo productivo, con énfasis en la producción y en la generación de productos con valor agregado.

Algunos resultados

Bajo esa premisa, el Estado impulsa la demanda interna, a la par de la demanda externa, para lograr el crecimiento económico.

En este nuevo escenario, el sector externo no es el único impulsor de la economía. Si bien las exportaciones son importantes en un momento en que las economías de los países interactúan, Arce plantea no descuidar los motores más importantes que posee una economía, cual es la demanda interna.
Para el ministro, con el nuevo modelo también se superó la dependencia del ahorro externo y se desarrolló la capacidad de generar ahorro interno para la inversión, reducir la deuda externa, y se logró superávit fiscal.

En ese sentido, destacó la capacidad del Estado para generar ahorro interno, para tener un sector fiscal fuerte que incremente la inversión pública.

La propuesta gubernamental considera a la estabilidad macroeconómica como el punto de partida —no la meta— para generar el desarrollo económico.
De esta manera, Arce señaló que la estabilidad macroeconómica es un patrimonio social y es la base sobre la que se erigirá el desarrollo con redistribución del ingreso e industrialización de los recursos naturales.

EL DATO

•Modelo neoliberal. El Estado privatizador transfiere los excedentes al exterior sin precautelar los recursos naturales.

Manifiesta un patrón de desarrollo exportador. La economía está centralizada en la iniciativa privada.

• Nuevo Modelo. El Estado nacionaliza las empresas y controla los recursos naturales estratégicos.

Presenta un patrón de desarrollo industrial y productivo. El Estado promueve la economía plural.

Economistas caracterizan el nuevo modelo productivo
El modelo económico social, comunitario y productivo es diferente del que estuvo vigente hasta el año 2005, que consistía en la aplicación de las recetas del neoliberalismo, llevadas al extremo, afirmó Pablo Ramos, ex rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA).

Para Javier Gómez, director Ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral (Cedla), los espacios de producción social de carácter comunitario, en lugar de ampliarse o fortalecerse, han seguido siendo socavados por la creciente difusión de las relaciones mercantiles capitalistas alentadas por la inversión privada extranjera y la inversión pública.

Armando Méndez, docente de la UMSA y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias Económicas, afirmó que en el modelo vigente “no hay nada de nuevo, no puede ir en contra de las leyes económicas, se está moviendo en este modelo de economía de mercado que ya tiene varias décadas en Bolivia”.
OPINIONES SOBRE EL MODELO DE ECONOMÍA PLURAL
Javier Gómez

Director del Cedla

En la medida en que el modelo referido no apunta a la superación del patrón de acumulación primario exportador, los resultados en términos económicos refuerzan la tendencia de crecimiento vigente en las últimas décadas: predominio creciente de las actividades extractivas y de exportación de materias primas, inexistencia de construcción de mercado interno y consolidación de una fiscalidad rentista.

En el plano social, la redistribución del ingreso —principalmente de la renta de RRNN— no es suficiente para reducir las condiciones de pobreza y menos aún para modificar la regresividad de la concentración del ingreso, (porque) no se fortalecieron las condiciones productivas internas que podrían generar nuevas fuentes de ingreso para los trabajadores, ni se realizaron reformas estructurales —como la reforma agraria— para permitir la conversión de los medios de producción de propiedad individual en colectiva o social/estatal.

Las reformas aplicadas no han desplazado a las principales fracciones de clase dominante (banqueros, agroindustriales y burguesía comercial) y sólo han ocasionado el fortalecimiento de fracciones pequeñoburguesas o de clases medias en transición, compuestas por campesinos ricos, cooperativistas mineros o grupos de comerciantes, varios de ellos vinculados con actividades ilícitas.

Armando Méndez
Docente universitario

Debo decir que (la economía plural) es una imprecisión económica; en economía no hay ninguna materia que se llame economía plural.
La economía que es dominante en el mundo con distintos grados de intervención gubernamental, y en Bolivia, es una economía de mercado. Nos guste o no nos guste, es una economía de mercado, yo diría dominantemente informal.

El comercio, el contrabando, todos compramos y vendemos, el campo hace rato que está entrando a ese tipo de economía, entonces hablar de una economía plural es algo que no tiene sentido.
Cuando uno profundiza un poco más, el Gobierno y la CPE califica a la economía boliviana como plural a partir de que existen empresas estatales, privadas, cooperativas y otras formas de propiedad, pero existen en todo el mundo.

En cualquier economía existen distintos tipos de propiedad, por tanto, todo el mundo tiene economía plural. Entonces el debate que se abre es definir dónde y en qué debe participar el Estado.
Cuando uno analiza el documento que el ministro (Luis Arce) presentó a la opinión pública, es un modelo que está insistiendo en que el Estado debe tener amplia participación en la actividad económica, y lo que se propone en realidad es una amplia participación en el mercado con participación estatal.

Pablo Ramos
Ex rector UMSA

En consonancia con la Carta Magna, el actual modelo responde a las exigencias del cambio social encaminado a construir una sociedad participativa y justa, basada en la solidaridad, la cooperación y la reciprocidad, donde el interés colectivo prevalece sobre el individual.
Se organiza bajo la dirección consciente del Estado, que se compatibiliza con la acción de las fuerzas del mercado y garantiza la participación efectiva de las naciones y pueblos indígena originario campesinos.

Responde a las características del nuevo Estado, que es un poder sustentado en la participación activa y decisiva de los movimientos sociales y, por eso mismo, es pluricultural y con autonomías.
Este nuevo Estado asume responsabilidades más amplias y diversificadas y está sometido en todos los niveles al control social en las decisiones, y en su ejecución.

Las nuevas funciones del Estado no sólo implican una recuperación de las que fueron cercenadas por el neoliberalismo, sino que tienen una naturaleza diferente al responder a las exigencias del cambio social.
Por ello, es un modelo de economía plural en la que coexisten y se desarrollan varias formas de organización económica: estatal, privada, social cooperativa y comunitaria.

Fuente: Cambio, 27 de septiembre de 2011