19 de septiembre de 2011

Entrevista a Camila Vallejo: “Estamos demostrando al mundo que el sistema fracasó.”

“La constitución es autoritaria, antidemocrática y no cuenta con legitimidad alguna, los cambios necesarios son muchos, partiendo por asegurar el derecho a la educación...”

En los años ‘70, con la llegada al poder del Presidente Salvador Allende Gossen, el pueblo de Chile vio cumplido su sueño de dirigir el destino de su país, sin embargo, todo lo construido en ese breve lapso y las esperanzas de millones fueron aplastadas por la bota militar. La oligarquía y los Estados Unidos no estaban dispuestos a ceder el poder. Años más tarde, los Chicago Boys realizaron experimentos económicos, sociales y conductuales, a partir de las máximas del neoliberalismo, que dejaron a Chile hondamente adormecido. El retorno a la democracia sólo profundizó el carácter neoliberal de la economía y la ideología.

Hoy, Chile, al mismo tiempo que ha optado por un gobierno de derecha, ligado en muchos sentidos a la dictadura de Pinochet, ha iniciado una nueva etapa en la que sus ciudadanos empiezan a sentir otra vez que sus derechos van más allá de los que les otorga el Estado. En un país donde es necesario pedir permiso al Gobierno para realizar una marcha o un acto de protesta y donde la educación pública cuesta tanto como la privada, la movilización creciente de los estudiantes durante varios meses resulta casi una revolución. El movimiento de los estudiantes ha logrado interpelar a otros sectores que el 24 y 25 de agosto se sumaron en un paro nacional.

Camila Vallejo es estudiante de geografía y militante de las juventudes comunistas, desde 2010 ejerce el cargo de presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile y es una de las principales líderes del movimiento que parece despabilar a todo Chile.

¿Crees que el movimiento estudiantil logre que la educación pública en Chile sea gratuita o es un objetivo a largo plazo?

La propuesta de Educación Gratuita es por sobre todo una idea polí- tica. Entendemos que Chile tiene un Sistema Tributario sumamente regresivo, el que perpetúa y acentúa las abismales diferencias socioeconómicas entre los sectores ricos y pobres de la sociedad, por lo que, hoy, gratuidad para todos los quintiles significa financiar a través del Estado, es decir, con los impuestos de todos los chilenos, la educación de sectores que hoy no están retribuyendo al país lo que deberían de acuerdo a sus altos ingresos. En este contexto, se visualiza como una idea a lograr en el largo plazo, pero que sin embargo contempla exigencias de garantías de gratuidad para quienes hoy no pueden pagar. Es inadmisible que en Chile, concibiendo la Educación como un derecho y no un privilegio, miles de familias tengan que renunciar a la posibilidad de que sus hijos ingresen a la educación superior porque simplemente no puedan pagarla.

En Bolivia la educación universitaria es pública, autónoma y, podríamos decir, gratuita, con cogobierno docente - estudiantil. El Gobierno entrega directamente el 5% de las recaudaciones impositivas a las Universidades. Sin embargo, este modelo dista mucho de ser perfecto, aunque probablemente sus vicios son muy distintos a los de la educación chilena. ¿Qué modelo de educación propone el movimiento estudiantil en Chile?

Un modelo en que el Estado asuma su responsabilidad, que asegure el derecho a la educación y permita que todos puedan acceder a una educación de excelencia sin discriminación socioeconómica. Queremos un modelo donde prime el interés nacional y no el lucro, que esté concebido para el desarrollo del pueblo chileno y no para engrosar los bolsillos de un puñado de empresarios.

Para eso proponemos una institucionalidad donde exista cooperación y no competencia, donde el estado cumpla un rol prioritario, que tenga regulación de las instituciones privadas para que no se estafe a los estudiantes, donde las universidades no tengan que autofinanciarse sino que cuenten con los recursos para desarrollarse y que los estudiantes no tengan que endeudarse para estudiar.

Proponemos que se aumenten los recursos y que estos vayan a las instituciones para que estas ofrezcan una educación de calidad a los estudiantes, Además de un sistema de acceso que no prive de la posibilidad de estudiar a quienes no han tenido los recursos para asistir a un buen colegio, y por tanto que se centre en el mérito. Esto y mucho más es parte de nuestro programa.

Chile es uno de los “alumnos favoritos y más aplicados” del neoliberalismo en la región. ¿Cómo trascienden las luchas estudiantiles al modelo de desarrollo que se ha aplicado en Chile?

Chile se ha puesto como modelo y por primera vez estamos demostrando con fuerza hacia el mundo que el sistema fracasó. Durante mucho tiempo los neoliberales han tratado de hacer lo mismo que se hizo en chile en sus países, porque es un sistema que disminuye los costos del estado y se convierte en un negocio muy lucrativo para los empresarios.

Además de que contribuye a la segmentación y desarticulación social que tanto conviene a los gobiernos que buscan impulsar reformas impopulares en perjuicio de las mayorías. Pero este sistema está siendo rechazado hoy día por todo el pueblo de Chile, está haciendo agua por todos lados y es condenado por sectores muy amplios del mundo político, así que difícilmente a partir
de ahora pueda volver a ser un ejemplo para alguien. Espero sirva de experiencia para toda Latinoamérica.

Esta movilización puede ser el inicio de una transformación mucho más profunda de la sociedad chilena, sin embargo puede también quedar en la efervescencia de la coyuntura. ¿Qué se puede esperar de este episodio?

Chile no va a poder ser el mismo, la gente ha despertado y tomado conciencia por lo que no van a poder engatusarnos con los mismos cuentos. Se ha generado mucha cohesión en torno a las organizaciones sociales, lo que de ahora en adelante va a permitir una mayor articulación para la lucha. Este movimiento ha abierto varias fisuras en el sistema que no podrán ser cubiertas. A este punto los cambios van a ser más o menos lentos, podrán conseguirse en torno a la movilización actual o al proceso acumulativo de muchos años, pero inevitables.

En los últimos años, países como Venezuela, Ecuador y Bolivia han llevado a cabo importantes reformas constitucionales. ¿Crees que la sociedad chilena está preparada para una Asamblea Constituyente? ¿Cuáles serían las principales tres modificaciones que harías a la Constitución Política del Estado de Chile?

La constitución es autoritaria, antidemocrática y no cuenta con legitimidad alguna, los cambios necesarios son muchos, partiendo por asegurar el derecho a la educación, reforzar el rol del estado, modificar el sistema tributario, el sistema político y por último el económico.

Esta es una posibilidad que hay que construir y el mismo proceso generará las condiciones para que el pueblo adquiera las capacidades de hacerse cargo de conquistar a través de él. Todos los derechos que hoy día nos son negados. La asamblea constituyente debe llamarse desde un movimiento social que no va a madurar de un momento a otro, pero que ya está surgiendo de manera embrionaria al alero de la pelea por la educación.

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