Un oyente de la radio estatal, radio “Patria Nueva”, fue muy lúcido en su intervención cuando dijo que cuando un país está refundándose se necita nuevas leyes, nuevas instituciones y nuevas formas de comunicación.
Los que marchan por las calles del centro de la ciudad de La Paz diciendo defender la “libertad de expresión”, son los que cotidianamente van violándola. Por suerte son unos pocos, y la muchedumbre los repudia. Perdieron, y cada día más, la credibilidad de su trabajo.
Pobres periodistas que son manipulados por sus empleadores por unas cuantas monedas que ni siquiera llegan a satisfacer sus más elementales necesidades y su propia reproducción.
Lo que los legisladores están haciendo, desde el Poder Legislativo, es precisamente dar un cuerpo jurídico al nuevo Estado Plurinacional. Por eso se propone la Ley Antirracismo.
Los medios de difusión deberían volver a la práctica más antigua de su función, la de educar e informar.
Y lo que los periodistas manipulables deberían buscar en las calles es dignificar la profesión. Deben pedir a sus empleadores mayor libertad de expresión en sus propios medios, y desde ahí construir Patria. Asimismo, mejorar el salario mísero que perciben.
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