3 de mayo de 2016

“Caso Zapata” I: de oscuro a tomada de pelo

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"Ellos dicen que han presentado al niño, nosotros no tenemos evidencia formal  de que se hubiera presentado al niño, no sabemos cuándo o dónde lo presentó. No tenemos conocimiento de eso.”
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"Lo que pasa es que se está cayendo a pedazos la denuncia de tráfico de influencias contra el presidente Evo Morales.”
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Se supo que en las últimas semanas Gabriela Zapata ya había presentado a las autoridades competentes al supuesto vástago que tuvo con el presidente Evo Morales, pero nadie se dio cuenta, ni la prensa audiovisual, oral y escrita.


Al parecer, Morales y su abogado Gastón Velásquez también fueron madrugados. No se dieron por enterado de la avivada que había hecho Zapata y su grupo leguleyo.

Pues la noticia cayó como un baldazo de agua fría a la población, quien esperaba atenta y expectante conocer, o al menos saber algo, sobre el niño procreado por Morales y Zapata.

Pero en esta escena hay más contradicciones que aseveraciones fácticas. Veamos.

Chicana contradictoria 1.

La presentación del menor estuvo señalada para la audiencia del 14 de abril[1], pero extrañamente se adelantó al día 12, supuestamente ante un equipo multidisciplinario “compuesto por la Defensoría de la Niñez, una sicóloga y una visitadora social, (…en presencia de) la jueza Jaqueline Rada, los abogados de las dos partes y el fiscal del caso (sic)”[2], indicó a los medios de información el abogado de Zapata, Eduardo León.

En tal intervención, León menciona que “los abogados de las dos partes” estuvieron presentes en tal presentación del menor; es decir, el abogado de Morales y de Zapata. Sin embargo, el jurista del Presidente, Gastón Velásquez, desmintió tal versión: "Ellos dicen que han presentado al niño, nosotros no tenemos evidencia formal  de que se hubiera presentado al niño, no sabemos cuándo o dónde lo presentó. No tenemos conocimiento de eso[3].

Días después, León se desdice: “En este caso (…) solamente era necesario que esté la juez; la juez participa, (es) alguien, que más allá de los políticos, más allá de los abogados, es una autoridad”. Pero no sólo eso, sino además añadió que “ha habido un acto público (en que el niño fue presentado) y esto ha sido comprobado por lo que no puede de ninguna manera salir con este tipo de aseveraciones (el abogado de Morales)”[4].

Y William Sánchez, otro abogado de Zapata, aseguró que “se presentaron todos los elementos probatorios existentes e incluso la presencia física del menor de edad[5].  Y Zapata afirmó: “Sí, lo he presentado ante la autoridad competente, como ha pedido su padre”[6].

Pero la pregunta es: ¿si los abogados de Zapata afirman que se presentó al menor físicamente en un “acto público” y en presencia de los abogados de ambas partes, por qué el abogado del Presidente lo desmiente y la prensa no estuvo en el lugar y en el instante de la presentación del supuesto niño? Más aún, ¿por qué lares andaban los medios de información afines a la oposición, que prácticamente custodiaban día y noche el penal donde reside Zapata; acaso no fueron ellos los que publicitaron con fanfarrias este libreto novelesco a cada día? ¡Pero justo en esta escena tuvieron que desaparecer o hacerse de la vista gorda!

Como se advierte, son simplemente juegos de palabras encontradas que no esclarecen el culebrón.  Pero hay más.

Chicana contradictoria 2.

En las declaraciones de Zapata y sus abogados resalta otro dato curioso que llama la atención y que es también desmentido por el abogado del Presidente Morales.

Zapata había señalado que “los apoderantes que tiene (Morales) están manoseando a mi hijo y están pidiendo medidas cautelares para quitármelo (sic)”[7]. Al respecto, la defensa de Morales contestó: "Lo que dicen ellos es totalmente falsoNosotros no hemos pedido ninguna medida cautelar. La verdad es que esto desconcierta (…pero) el juicio va a continuar. Hay pruebas pendientes, porque en el tema hay varios vacíos, varias lagunas que tienen que ser esclarecidas mediante pruebas”[8].

Con estos vaivenes verbales se regresa al inicio de la incertidumbre: ¿existe o no el niño? Para Zapata y sus abogados la situación está cerrada. “El tema del menor está totalmente para nosotros como un caso cerrado y a la espera de una resolución final de la autoridad competente”, dio por finalizado el abogado Eduardo León.

 “No me voy a volver a dirigir más (sobre el niño) porque es un tema reservado, ya que estoy hablando en calidad de madre.  Pido por favor a la prensa y a la opinión pública que respeten la identidad de un niño, y dejen de actuar como anteriormente”[9], cerró también el tema Gabriela Zapata.

Más juego de palabras a cantidad que llevan a especular de mil maneras, que tiene más tinte de intención encubridora; sin embargo, sólo el tiempo se encargará de desmarañarlo.

"Lo que pasa es que se está cayendo a pedazos, a pedacitos se está cayendo la denuncia de tráfico de influencias contra el presidente Evo Morales. Se señaló para el referendo, para la campaña del referendo, que el presidente Evo Morales había hecho tráfico de influencias en favor de la señora Gabriela Zapata; es cuestión de horas, de días, de unas poquísimas semanas, para que se constate que jamás hubo tráfico de influencias"[10], presagió el ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana, después de declarar en el Ministerio Público.

Es evidente que el tema a investigar de inicio era el supuesto tráfico de influencia, pero hasta el momento no se pudo evidenciar nada irregular en los contratos con la empresa china CAMC, tampoco al supuesto niño. ¿Entonces qué? Sólo queda estar atento a esta historieta –que a estas alturas se puede decir que fue– armada por personajes oscuros, con el objetivo de jugar con el sentimiento y la conciencia de la población, que lamentablemente muchos incautos cayeron en la bolsa.

En definitiva, los hechos fácticos muestran que esta novela rosa va cada día de oscuro a tomada de pelo.




[1] El Deber, 15 de abril de 2016.
[2] Ibíd, 16 de abril de 2016.
[3] Página Siete, 16 de abril de 2016.
[4] Los Tiempos, 19 de abril de 2016.
[5] Correo del Sur, 14 de abril de 2016.
[6] La Razón, 15 de abril de 2016.
[7] La Razón, ibíd.
[8] Página Siete, 16 de abril de 2016.
[9] La Razón, ibíd.
[10] ABI, 07 de abril de 2016. 

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