21 de enero de 2013

Pepino pandillero suelto en la ciudad



 A la hora del almuerzo, en una radioemisora local, la locutora recibió a una damisela que fue mancillada en su dignidad… fue violada. ¿Quién es el responsable de tal fechoría?, era la incógnita e identificarlo fue el reto. Y se emprendió la indagación.

¿Qué pasó, por qué lloras tanto?, le interrogó la locutora. ¡Ay siñorita… mia violado!, se ha escapado… no parece, contestó consternada, mientras sollozaba.

La locutora, por la rabia e impotencia que sentía, lanzó ajos y pimientas a micrófono abierto. Pero, después de un respiro profundo, volvió a preguntarle: ¿cómo pasó, en dónde ha sido?

Después de un silencio, ella respondió: en una fiesta era. Mey tomado. Borracha estaba. Y él se ha aprovechado de mí. Pero, ¿quién es?, ¿dónde vive?, se apresuró la locutora. Con los abogados ahorita vas a ir a su casa para que se responsabilice, sino… ¡a la cárcel!, le dijo.

Y la respuesta de la perjudicada fue: no conozco su casa… UN PEPINO ERA…

Ploc, locutora en la lona.

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