´…ya,
lo digo: sólo quiso sacar algo que estaba en mi trasero. Él es muy respetuoso.
Con cuidadingo lo hizo…´
Muchos
lo vimos lo que pasó. Es que el marqués del feudo Santa Pue de Iyambae Percy
volvió a hacer de las suyas. Esta vez metió
la mano al trasero de Decirée delante de
la gleba de su Villa. Como siempre, se le antojó y lo hizo. Actitud típica del
que posee el poder para mellar, violar dignidades y meter miedo, y la mano
también, donde él quiere y a quien quiere.
El
poder es tan amplio de Percy que hasta a su propia clase, grupo, casta puede
hacer lo que mejor le parezca, y Desirée es el gran ejemplo. Pues élla no es
del pueblo llano, del vulgo, viene de la aristocracia que controla el feudo de
Santa Pue. ¿Si es así el trato a la gente de su mismo grupo, cómo será al
pueblo?
Lo
jocoso es que entre ellos se camuflan armando libretos para que la gente los
crean. En ese ánimo salió el entorno del loco a querer lavar la imagen de su
jefe diciendo que la intención era de sacarle algo que tenía colgado en el
trasero. Y la misma Desirée leyó el libreto, causa para que la mayoría de las
mujeres bolivianas se indignaran por tal declaración a la prensa. Pero nadie
dijo qué es lo que tenía el trasero de Desirée. Sólo lo sabe la mano de Percy.
Sus
pedanterías los llevaron a creer que nos la tragamos la pildorita. ¡Que se la
traguen ellos o los ingenuos de su Villa, eso fue una manoseada y no lo admite
la manoseada! No hay más nada que decir. Página doblada.


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